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Guía De Eleccion De Una Placa Base



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Guía De Eleccion De Una Placa Base
« en: Diciembre 09, 2016, 08:51:41 am »
La placa base es el gran pilar que da forma a un PC, ese elemento central sobre el que se asientan y acomodan el resto de componentes y del que dependen las posibilidades de ampliación de nuestro equipo, un detalle que hace que su importancia esté fuera de toda duda.

Sin embargo a la hora de elegir una placa base no todo el mundo es consciente de la importancia real que tiene, un desconocimiento que se ve agravado por la gran cantidad de modelos que podemos encontrar en el mercado y que hace que en muchas ocasiones el usuario se encuentre en un laberinto del que no sabe salir por sí mismo.

Esto suele terminar normalmente con una mala compra, bien porque el usuario se acaba haciendo con una placa base insuficiente para sus necesidades o que no cumple el mínimo de calidad deseable, o bien porque hace un gasto excesivo y adquiere algo que no va a poder aprovechar.

Hay muchos ejemplos, como aquél que se compra una placa sin soporte de overclock para un procesador que pretender subir de frecuencia, o el de aquél que se hace con un modelo que no soporta más de una tarjeta gráfica y sin embargo pretende hacer SLI o CrossFire.

Podríamos seguir nombrando ejemplos mejor vamos a entrar de lleno en el objetivo de esta guía, que es ayudaros a elegir bien una placa base, y para ello vamos a ver algunas claves y os vamos a dar una serie de pautas que os serán de gran utilidad.

Para que todo quede más completo os dejaremos al final una serie de recomendaciones de modelos concretos, que podréis tomar como referentes directos.

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Lo básico, el tamaño

Lo primero que debemos tener claro a la hora de elegir una placa base es el tamaño que necesitamos. Hay una gran cantidad de tamaños y formatos diferentes, pero en este artículo nos centraremos en los tres que se utilizan en el mercado de consumo general, ya que el resto pueden ser considerados casi como soluciones de nicho.

•ATX: Es el tamaño estándar y el más utilizado en general. Tiene unas medidas de 305 x 244 mm.
•Micro-ATX: Ha adquirido una gran popularidad a la hora de montar equipos compactos pero potentes. Tiene unas medidas de 244 x 244 mm.
•Mini-ITX: No es el más habitual, pero es muy útil para montar equipos pequeños. Tiene unas medidas de 170 x 170 mm.

Es importante tener en cuenta que las placas base más completas y potentes, como por ejemplo aquellas dedicadas a “gaming”, suelen utilizar el formato ATX para ofrecer mayores prestaciones en general y permitir mayores posibilidades de expansión.

Con esto no queremos decir que sean las únicas válidas, sino que debéis tener en cuenta que normalmente son las más completas. A la hora de elegir el tamaño de una placa base tened en cuenta que el tamaño también importa en relación con el espacio interno de vuestra torre.

Así, es posible utilizar sin problemas una placa base micro-ATX en una torre ATX pero no a la inversa, así que cuidado, ya que una torre de formato estándar no os cabrá en una torre pequeña.

Plataforma y chipset

Lo segundo que debemos tener en cuenta es qué plataforma vamos a utilizar, y de ello depende el procesador que queramos montar. Actualmente los dos grandes fabricantes, Intel y AMD, mantienen diferentes procesadores en el mercado que utilizan sockets diferentes, aunque en algunas ocasiones son compatibles con los anteriores.

A pesar de todo ese soporte suele ser parcial y montar un procesador nuevo con un socket anterior no es una buena idea, ya que lo normal es que nos perdamos algunas funciones avanzadas y que no disfrutemos totalmente de nuestro procesador.

Por otro lado tenemos el chipset, elemento fundamental dentro de una placa base ya que de él dependen buena parte de las prestaciones de la misma. Normalmente se agrupan en tres grandes gamas; baja, media y alta, aunque Intel ofrece además una gama “entusiasta” que se limita a los procesadores de serie “Extreme”.

A continuación os dejaremos un resumen con los sockets y chipsets más importantes.

Sockets y chipsets Intel

1-Socket LGA 1150: se utiliza para los procesadores de serie Haswell (Core serie 4000) de Intel. Se divide en una gran cantidad de chipsets, ya que llegaron dos generaciones diferentes y hubo una especie de “refresco”, así que nos centraremos en los tres chipsets más importantes y conocidos que todavía se comercializan:

•Chipset H81: es el más básico. No soporta configuraciones multiGPU ni están preparados para overclock, y tampoco es compatible con Broadwell. Limitado a PCI-E 2.0 x16. Ideal para equipos económicos.

•Chipset H97: son modelos asequibles y recomendables si no pensamos hacer overclock. Soportan CPUs Broadwell (Core serie 5000) y traen tecnologías avanzadas.

•Chipset Z97: es el tope de gama. Están especialmente pensadas para overclock con procesadores serie K, soportan CPUs Broadwell y configuraciones con hasta tres tarjetas gráficas.

2-Socket LGA 1151: se utiliza en procesadores Skylake de Intel (Core serie 6000), pero será compatible también con los procesadores Kaby Lake (Core serie 7000). Esta plataforma utiliza muchos tipos de chipset diferentes, así que nos vamos a centrar en los más importantes:

•Chipset H110: es el nivel más básico. No soporta configuraciones multiGPU ni están preparados para overclock, y tampoco es compatible con Broadwell. Ideal para equipos económicos.

•Chipset H170: es un punto intermedio que añade detalles como un máximo de cuatro ranuras para RAM, RAID y soporte de tecnologías avanzadas como Intel Active Management, Trusted Execution y vProTechnology.

•Chipset Z170: es el único preparado para oveclock, y por tanto la solución ideal para usuarios que quieran utilizar procesadores serie K y que además aspiren a poder montar configuraciones SLI o CrossFire, ya que soportan hasta tres tarjetas gráficas.

3-Socket LGA 2011-v3: es la plataforma tope de gama de Intel, y en ella se utilizan los procesadores serie extrema que tienen entre seis y diez núcleos. Es lo máximo a lo que podemos aspirar en consumo, y aunque sólo tiene un tipo de chipset os daremos los detalles más importantes.

•Chipset X99: es una solución muy completa, ya que soporta overclock, permite montar un máximo teórico de cinco tarjetas gráficas y soporta las tecnologías más avanzadas de Intel, incluyendo Smart Response Technology.

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Sockets y chipsets AMD

1-Socket AM3+: es un auténtico veterano y se utiliza para dar soporte a los procesadores FX de AMD, tanto los de la serie 8000 como los de las series 6000 y 4000. Actualmente las placas base más importantes equipadas con este socket utilizan un total de tres chipsets diferentes:

•Chipset 970: a pesar de ser un modelo básico es bastante completo y recomendable, ya que permite hacer overclock sin problemas y soporta configuraciones CrossFire con dos tarjetas gráficas.

•Chipset 980D: está un peldaño por encima. Mantiene lo anterior pero añade soporte de configuraciones SLI con hasta dos tarjetas gráficas de NVIDIA.

•Chipset 990FX: es la versión tope de gama y la más completa. Añade soporte de configuraciones SLI o CrossFire con hasta cuatro tarjetas gráficas.

2-Socket FM2+: este socket sirve de sustento a las APUs de AMD, que integran CPU y GPU, y también a los procesadores Ahtlon. Está compuesta por un total de tres chipsets diferentes:

•Chipset A55: es el más económico y el más limitado. No soporta configuraciones multiGPU. Limitado a PCI-e de segunda generación, no soporta SATA III.

•Chipset A75: un pequeño avance frente al anterior, ya que añade soporta para dos tarjetas gráficas. Limitado a PCI-e de segunda generación.

•Chipset A88X: es el tope de gama. Ideal para sacar el máximo partido a tu APU o procesador y hacer overclock. Soporta hasta dos tarjetas gráficas y utiliza PCI-e de tercera generación.

Conectividad y calidad de construcción

Ahora que tenemos claras las plataformas y los principales chipsets toca hablar de dos cuestiones muy importantes, la conectividad y la calidad de construcción. La primera debemos entenderla en sentido amplio, es decir, tanto en materia de ranuras de expansión y soporte de estándares como de salidas para conectar dispositivos USB y accesorios.

En materia de conectividad es fundamental revisar estos puntos antes de elegir una placa base:

•Número de slots para módulos de memoria RAM, ya que si tenemos cuatro y compramos una placa base con dos ranuras no podremos utilizarlos todos.

•Ranuras PCI-E para conectar más de una tarjeta gráfica, y también otro tipo de componentes específicos, como unidades SSD NMVe de última generación.

•Soporte de los estándares que necesitamos, como por ejemplo SATA III para un SSD convencional o M.2. Tened claro qué componentes pensáis montar primero y luego elegid una placa base que sea suficiente para ellos.

•Conexiones adicionales que vamos a necesitar, entre las que se incluyen por ejemplo los puertos USB y su tipo (2.0 o 3.0) y los de sonido.

Saltamos ahora a hablar de la calidad de construcción, otro elemento fundamental ya que de él dependerán también las prestaciones de nuestra placa base, así como su fiabilidad, su estabilidad y su vida útil.

Cada fabricante utiliza sus propios distintivos para definir la calidad de sus placas, como por ejemplo GIGABYTE, que emplea el nombre “Ultra Durable” como sinónimo de alta calidad de construcción.

Hay muchos detalles y entrar a valorarlos todos haría que esta guía se hiciese eterna, así que vamos a repasar los elementos más básicos e importantes que debe tener una placa base que cumpla con un nivel mínimo de calidad de construcción:

1.Protección contra humedad y electroestática, así como frente a fallos eléctricos y contra altas temperaturas.

2.Condensadores sólidos japoneses, ya que ofrecen una mayor vida útil y consiguen un funcionamiento más estable.

3.MOSFETs de baja RDS que permiten trabajar a temperaturas más elevadas sin perder estabilidad.

Elementos que añaden valor

Ya hemos visto lo que podríamos considerar como el núcleo central de claves que debemos valorar antes de elegir una placa base, es decir, los cimientos sobre los que debemos empezar a formar nuestra decisión de compra, y ahora nos toca repasar otros elementos que podemos calificar como secundarios pero que al mismo tiempo suponen un gran valor añadido.

Como hemos hecho en puntos anteriores nos vamos a limitar a los que realmente marcan una diferencia importante, y dejaremos a un lado aquellos que no aportan nada verdaderamente relevante.

* Soluciones de red dedicadas
* Sonido integrado de alta calidad
* Calidad de construcción premium
* Software avanzado

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