De la mano del director italiano Paolo Sorrentino, el gran actor Sean Penn regresa al cine en un papel en el que no lo hemos visto antes. Es un drama difícil de encasillar, ya que por momentos se encuentra en thriller y, en otros, en un policial. Aquí te contamos todos los detalles del film, una de las estrellas del último festival de Cannes.
Sean Penn es Cheyenne, una alicaída estrella de rock que ya no hipnotiza a las masas desde ningún escenario. Todo a su alrededor ha cambiado, ciertas modas pasaron y él era parte de ellas; ya no está inmerso en la vorágine de los conciertos y afrontar tal situación le será muy difícil.
Mientras él busca la manera de mejorar su estado personal, su padre, con quien no se habla desde hace 30 años, está al borde de la muerte. Cheyenne viaja a Nueva York para reconciliarse antes del fatal desenlace, pero llega demasiado tarde y esto lo sume en una terrible depresión. Sin embargo, el cantante encontrará la forma de honrarlo.
Revisando los papeles de su padre, el músico descubre el hombre fue torturado por un nazi de las SS llamado Aloise Muller, en el campo de concentración de Auschwitz. Muller sigue con vida en algún lugar de América y Cheyenne se dispone a encontrarlo. Cuando lo haga, reflexionará sobre si debe matarlo… o perdonarlo.
This must be the place está protagonizada por Eve Hewson, Frances McDormand y Judd Hirsch.