Si no quieres que un archivo pueda ser modificado, ni directa ni indirectamente, o que cuando envíes ese archivo a la papelera recibas una notificación al respecto, lo que tienes que hacer es bloquearlo.
Bloquear un archivo o carpeta es sencillo: selecciónalo, usa el atajo de teclado ⌘i y en las opciones del cuadro de diálogo de información del archivo marca la casilla Bloquear.
Si tienes que bloquear muchos archivos, selecciónalos todos y usa ⌥⌘i para invocar el Inspector y bloquearlos todos a la vez. El mismo proceso puedes utilizarlo para desbloquear los archivos.
Cuando bloqueas un archivo, te aparece un icono con un candado en la esquina inferior izquierda. Aunque no es una medida de seguridad de primer nivel, este sistema sencillo permite que los archivos no sean editados o enviados en la papelera sin una acción previa (desbloquearlos) o nuestro consentimiento previo.
Fuente: faq-mac.com